sábado, 3 de noviembre de 2007

Piel cultivada para grandes quemados Print Friendly and PDF

El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de Madrid y el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias (CCSTA) han desarrollado una técnica que ha alcanzado a perfeccionar en cierta medida un tejido cutáneo más complejo y similar al natural, con dos de sus capas: epidermis y dermis. Ambos centros llevan años en la búsqueda de una piel natural con la que tratar a los grandes quemados, cuyas tasas de mortalidad por infección son muy elevadas.

Según José Luis Jorcano, director del proyecto, la piel lograda por este procedimiento se ha trasplantado con éxito en varias decenas de pacientes con quemaduras muy graves. "Al ser piel cultivada a partir de una muestra de tejido sano", explica, "que se obtiene por biopsia del propio afectado, no existe el menor problema de rechazo. Pero aún nos falta mucho por hacer en cuanto al aspecto estético y en conseguir que esa piel tenga pelo y glándulas sudoríparas".

El tamaño de la muestra cultivada varía según la extensión que se desee obtener, pero se suele partir de unos dos centímetros cuadrados y la piel cultivada puede alcanzar, en diferentes tiempos, hasta 20.000 (dos metros cuadrados), que sería toda la superficie del organismo humano.

Según explica el internista Álvaro Meana, del CCSTA, se fragmenta la biopsia y se van liberando células, queratinocitos de la epidermis y fibroblastos de la dermis: "Lo sometemos a un complejo proceso, que dura de 15 a 30 días, según la superficie que deseemos obtener, con el fin de generar un tejido lo más parecido a la piel humana. El cultivo puede realizarse en varios tiempos y aplicarse, de acuerdo con las necesidades del paciente, en diferentes momentos quirúrgicos".

Hay que tener en cuenta, advierte Meana, que a veces el autoinjerto "no prende". "Son pacientes muy graves, que pueden pasar hasta 10 meses en el hospital, ya que al menos están dos meses en la unidad de vigilancia intensiva, otros dos en planta y otros dos en rehabilitación", añade. El CCSTA se encarga de realizar estos cultivos celulares de piel para las unidades de quemados de los nueve hospitales de referencia del Sistema Nacional de Salud: Getafe y La Paz, de Madrid; Vall d'Hebron, de Barcelona; Cruces, de Bilbao; La Fe, de Valencia; Virgen del Rocío, de Sevilla; Miguel Servet, de Zaragoza, Carlos Haya, de Málaga, y Juan Canalejo, de A Coruña.

"En nuestra unidad este procedimiento sólo se aplica de momento en pacientes que tienen quemada más del 50% de la superficie corporal", aclara Purificación Holguín, jefa del servicio de Cirugía Plástica del hospital de Getafe, donde se realizó por primera vez en España este tipo de intervención en el año 2000.

"Por debajo del 50%", añade, "recurrimos a otras técnicas más rápidas, aunque los resultados estéticos son inferiores. También obtenemos piel sana del propio enfermo, que se expande mediante un sistema de mallas. Este procedimiento, aunque mucho más rápido, suele dar lugar a una piel de aspecto enrejillado. Pero lo más importante es luchar contra el tiempo para salvar la vida a estos pacientes y aproximarnos a que la cobertura cutánea conseguida posea funcionalidad".

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