jueves, 15 de febrero de 2007

¡Houston, tenemos un problema!: Las imagenes perdidas de la Luna Print Friendly and PDF

Dicen las crónicas que eran las 3:18 de la tarde en Houston, las 4:18 en Nueva York donde el impacto de la noticia hizo que se detuviera un partido de béisbol en el "Yankee Stadium" y sesenta mil almas se pusieran de pie entonando alegremente "The Star Spangled Banner" -el himno norteamericano-.

Eran las 7:18 de la mañana (del 21 de Julio) en la Estación de seguimiento de HoneySuckle Creek, en Australia, donde un equipo de cien personas estuvo siguiendo el acontecimiento con sus circuitos radiofónicos. Pero la fecha que quedará en los libros de historia será el 20 de Julio de 1969, pues es el día que señalaban los calendarios de Estados Unidos, la nación que llevó a cabo el sueño imposible, con mucho de su dinero y un poco de su sangre. Estados Unidos había vencido finalmente en la frenética carrera espacial hacia la Luna, ¿o tal vez no?...

37 años después de aquella histórica gesta, los antiguos empleados de la australiana base de Honeysuckle Creek denuncian que tal vez las imágenes originales de televisión -mucho más definidas y claras que las que todos hemos conocido hasta ahora- de aquel evento histórico se han perdido misteriosamente para siempre.

Esta es la crónica de unos hechos que parecen reavivar la llamada teoría "apoloescéptica", una teoría que apoyan quienes opinan que el Hombre nunca pisó la Luna realmente, y de que se tratan de ocultar significativas evidencias que lo demuestran.

También hemos de advertir que el comienzo de la polémica acerca de las grabaciones originales perdidas de la Luna se remonta a mediados del pasado año 2005, aunque sorprendentemente no ha trascendido nada de esto a los grandes medios de comunicación hasta hace tan sólo unos días, copando sorprendentemente minutos en franjas de máxima audiencia en radio y televisión. Durante estos últimos meses la noticia era comentada en foros y círculos no oficiales, lo que llevaba a pensar que podría ser una de tantas noticias falsas o sin contrastar que deambulan últimamente por la red internet.

El comienzo: la historia de la estación de Honeysuckle Creek

La estación de seguimiento de Honeysuckle Creek, situada en Canberra, Australia, fue parte de la red de vuelos espaciales tripulados (Manned Space Flight Network) en el periodo comprendido entre 1967 y 1974. Posteriormente fue asignada a la red de espacio profundo (Deep Space Network) de la NASA entre los años 1974 y 1981.

Recordemos que durante los vuelos tripulados "Apollo" la red estaba compuesta de una serie de antenas de seguimiento que se repartían a lo largo del planeta de manera equidistante (Honeysuckle Creek en Australia, Goldstone en California (Estados Unidos) y en Fresnedillas (Madrid), de tal forma que cuando una estación perdía el contacto con la nave espacial debido a la rotación de la Tierra, la siguiente estación situada en otro punto del planeta tomaría el relevo. Esto garantizaba al menos a cada estación unas 8 horas de seguimiento.
Así, si la estación situada en Australia perdía el contacto, ésta pasaría el relevo a Goldstone y posteriormente a Fresnedillas, garantizando así 24 horas de seguimiento sin interrupciones ni pérdidas de la señal.

En la página web http://www.honeysucklecreek.net/ podemos encontrar una extensa información sobre las actividades espaciales que cubrió aquella estación, hoy día ya demolida tras el cese de sus actividades en 1981, y cuya antena principal fue trasladada a las instalaciones de Canberra, donde aún permanece activa la red de comunicaciones de espacio profundo de la NASA. Se trata pues de una página cuyo propósito es mantener vivo en el recuerdo su aportación a la historia en aquellos gloriosos días y también como homenaje a sus antiguos empleados.

También y todo hay que decirlo, es un intento por evitar que no quedase en el olvido el protagonismo que tuvo esta estación de seguimiento, menospreciado según podemos leer en la citada web, a raíz del estreno en el año 2000 de la película "The Dish" donde se relata la historia que desempeñó el radiotelescopio de Parkes -también situado en Australia y que aún permanece en activo- desvirtuando por completo la historia real, ya que fue la estación de Honeysuckle Creek la que recibió las primeras imágenes de Neil Armstrong caminando sobre la superficie de la Luna.

Precisamente es en este sitio web donde surgen las primeras informaciones acerca de las extraviadas grabaciones originales, donde se indica que fue allá por el año 2003 cuando John Saxon, supervisor de operaciones en la citada estación durante las misiones Apollo- rescató unas antiguas fotografías que mostraban a Neil Armstrong sobre la superficie de la Luna a través de los monitores de Honeysuckle Creek y donde sorprendentemente la calidad y nitidez era superior a las imágenes que todos conocemos y se difundieron en directo a través de televisión.

Una filmación en formato "Super-8"

Así a mediados del pasado año 2005 Ed von Renouard -antiguo técnico de video encargado de operar la consola de televisión que recibía las señales procedentes de la Luna- dio a conocer una filmación de 3 minutos y 20 segundos de duración en formato Super-8 que él mismo obtuvo con la intención de conservar un recuerdo personal de aquellos señalados días. En ellas y sorprendentemente podemos contemplar a Neil Armstrong descender por la escalerilla del módulo lunar y al igual que se podía observar en las fotografías rescatadas un par de años antes, las imágenes eran mucho más nítidas y claras.

Pero, ¿cómo es posible todo esto?, ¿cual es la razón por la que en las imágenes que todos conocemos del paseo lunar, Neil Armstrong y Buzz Aldrin aparecen de manera casi fantasmagórica y poco definida?



La respuesta no es sencilla, ya que atiende principalmente a cuestiones puramente técnicas, las cuales se desgranan completamente en un documento que publicó recientemente John M. Sarkissian -en la actualidad científico de operaciones del radiotelescopio CSIRO situado en Parkes, Australia- el pasado 21 de Mayo de 2006.

En dicho documento titulado "La búsqueda de las cintas SSTV del Apollo 11" ("The Search for the Apollo 11 SSTV Tapes"), Sarkissian describe que las señales procedentes de la Luna eran transmitidas por la cámara del módulo lunar en un formato de alta calidad denominado Slow-Scan TV (SSTV), televisión de barrido lento. Dichas señales eran posteriormente procesadas y convertidas a un formato estándar y compatible con las señales de televisión doméstica destinadas para su difusión al público en general.

Dichas señales al ser procesadas a un sistema de televisión doméstico perdían por tanto información, lo que se traducía en una reducción de la calidad y de definición de la imagen, pero que era suficientemente aceptable para los sistemas de televisión existentes en aquella época.

Lógicamente con el paso de los años y tras casi cuatro décadas de imparable desarrollo técnico en el ámbito de la televisión doméstica (con la aparición de nuevos formatos que ya posibilitan la televisión en alta definición, pantallas LCD, DVD, etc...) es lógico pensar que ya era hora de que aquellas históricas imágenes se mostrasen en todo su esplendor, con su alta definición que mantenían originalmente.

Pero ¿dónde están las cintas originales?

Y es llegados a este punto donde surge la polémica. Se sabe que las imágenes originales recibidas por las estaciones de seguimiento se registraban en cinta magnética, también incluían otros datos adicionales de ingeniería y telemetría relativos al estado de salud de los astronautas por ejemplo o del estado de los circuitos electrónicos y navegación de la nave espacial.

Posteriormente dichas cintas originales eran remitidas al centro espacial Goddard (GSFC Goddard Space Flight Center). Así en 1970 las cintas fueron trasladadas al Archivo Nacional de los Estados Unidos (US National Archive) para posteriormente en 1984 ser de nuevo depositadas en el centro espacial Goddard para su almacenaje con carácter definitivo.

En la actualidad y por sorprendente que pueda parecer, dichas cintas originales, el documento original de aquella histórica hazaña, se encuentran en paradero desconocido. Y es aquí cuando la noticia ha saltado de la noche a la mañana por los medios de comunicación de todo el planeta, desatando de nuevo el escándalo (en una agencia como la NASA que en los últimos tiempos está siendo sometida a grandes presiones y gravemente cuestionada a raíz del desastre del transbordador espacial "Columbia" y los continuos y reiterados retrasos en la construcción de la estación espacial internacional ISS).

De hecho hasta la fecha tan sólo 2 de las más de 700 cajas con cintas magnéticas originales han podido ser recuperadas, el resto permanecen totalmente perdidas. Además para añadir más inquietud si cabe al delicado asunto de las "desaparecidas cintas", da la casualidad que el único centro en el mundo con capacidad para "decodificar" de nuevo aquellas antiguas imágenes tiene programado su cierre definitivo el próximo mes de Octubre de 2006. Se trata del DEL (Data Evaluation Lab) situado igualmente en el centro espacial Goddard, el único centro capaz de reproducir dichas cintas.

En el documento publicado por John M. Sarkissian se recoge un escrito de John Saxon, con fecha de 28 de Junio de 2004, en el que se denuncia que ya venían reclamando a NASA las cintas originales desde Enero de 2004 para su posterior digitalización en un soporte más acorde con los tiempos que corren y así obtener unas imágenes de mayor resolución.

Sin embargo, hasta la fecha todo ha sido en vano, el pasado día 15 de Agosto, NASA colgaba en su página web una escueta nota en la que se hacía eco de toda esta polémica y tan solo comentaba que su personal continuaba con la búsqueda de las grabaciones (que ya dura según parece un año y medio, fecha en la que se dieron cuenta que no sabían dónde se encontraban dichas grabaciones), dando por hecho que dichas cintas se encuentran con total seguridad en el centro espacial Goddard y que no consideraban que se hubiesen perdido tal y como venía denunciando la prensa.

La teoría "apoloescéptica"

Según parece, la NASA ya no sólo se juega en esta ocasión su credibilidad al "perder" nada menos que unos documentos inéditos e insustituibles, sino toda su credibilidad frente a una corriente de opinión cada vez más numerosa -sobre todo en los Estados Unidos- según la cual el Hombre nunca pisó realmente la superficie de la Luna. Esta noticia no vendría sino a añadirse a la larga serie de "pruebas" de esta teoría, con el fin de ocultar significativas "pistas" para demostrar lo que podría estar llamado a ser el mayor engaño de la historia de la humanidad.

¿Ocultará la NASA las grabaciones originales de la Luna por temor a que se descubran ciertos detalles que podrían poner en evidencia y cuestionar la versión que todos conocemos de la reciente historia espacial?...

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